lunes, 25 de octubre de 2010

De la TV a la lengua: las 10 frases que salieron de la tele y se metieron en el habla in-culta de los peruanos

El que diga que nunca ha proferido (o al menos escuchado) alguna de las frases que enumeraremos a continuación, miente de forma descarada o quizás no sea un peruano que resida en estas tierras. Lo cierto aquí es que nuestro dialecto es cada vez más rico y divertido gracias a estas inspiradas máximas que, aunque la doctora Martha Hildebrandt soporte un tremendo dolor de cabeza, pasan a formar parte de nuestra habla in-culta.

Con las disculpas que se merecen nuestra lingüista y del buen Miguel de Cervantes (máximo rostro de nuestro idioma castellano), vamos con lo prometido:

1. Cachete brother, Sergio Galliani:Fue nada menos que el formal y acartonado Miguel Ignacio de las Casas de “Al fondo hay sitio” quien acotó esta inolvidable frase cuando era un jovenzuelo. El actor conducía el programa Locademia de TV, el preferido de los adolescentes en la primera mitad de la década pasada (la misma del fujimorato). Cuando algo estaba bien, mostro, cool, Sergio y Marisol Aguirre (en esa época le ponía el toque de encanto y frescura al programa) decían “Cachete brother”. Ahora, ¿qué tenía que ver una mejilla con la situación descrita? Nadie sabe, pero sonaba ‘cachete’.

2. Horrible oye, Monchi: Se popularizó en Pataclaun y no paró de salir en comerciales y todo tipo de campañas. Incluso en un capítulo de la serie, el precoz (y tierno) personaje de Moserrat Brugué se llegó a quejar de que todos la llamaban solo para que diga su frase. Era tan popular este dicho, que hasta en el adictivo juego de Super Nintendo “Fútbol excitante” se escuchaba el “Horrible oye” en su presentación. Demás está recordar que Monchi ha sido citada para complementar titulares, para acuñar lemas, carteles y logos. Un irrebatible éxito de la dicción de la querida ‘Teletubbie’ peruana.

3. Matemáticamente, Philip Butters: Frase usada hasta el agotamiento por los DT que dejaron a la blanquirroja cerca de clasificarnos a un mundial (Challe, Pepe, Popovic, Oblitas, Maturana, Autuori, Uribe y por Chemo al inicio de su periodo) y por muchos peruanos sufridos por el fútbol nuestro de cada día. Es por ello que Butters, con el sarcasmo que lo caracteriza, ridiculizó el uso descomedido de esta palabrita en repetidas ocasiones dentro de sus análisis “fríos, desapasionados, forenses, gélidos y congelados”. Ahora, cada vez que la ‘sele’ juega, nos aferramos a la posibilidad aritmética, mientras Phillip se mofa sin calculadora en mano. ¿Algún día funcionará?

4. Ampay, Magaly Medina: Discutida por parte de la farándula, la ‘Urraca’ también aporta a nuestra habla in-culta. Antes de Magaly TeVe, la palabra ‘ampay’ solo se usaba para jugar a las escondidas (ampay, me salvo). Pero con la Urraca, los ‘ampays’ se producen cuando un deportista, artista o figuretti es captado infraganti por algún chacal cometiendo actos indebidos (generalmente infidelidades o chelitas de más). Mención aparte para otras expresiones de la Medina que también se metieron en nuestra biblioteca diaria: ‘Sin confirmar’, ‘Chimbombo’, ‘Bataclana’ o ‘Jugadorazo’, vocablos burlescos que la bocona conductora siempre emplea en sus temidos chismes.

5. Hice clic, Tula Rodríguez: Ahora ya casi nadie se enamora de otro/otra. Ahora hace ‘clic’. Y es que de todas las de la lista, una de las palabrejas más sorprendentemente usadas es esta. Vayamos al 2008, cuando la ex vedette aprovechó el espacio de su programa “Esquadrón” (sí, ya sabemos, nadie recuerda el nombre) para contar a los 4 vientos que estaba embarazada de un gerente de televisión llamado Javier Carmona, todo un caballero, y que en una fiesta de Frecuencia Latina hicieron ‘clic’ (es decir, se gustaron, se enamoraron o whatever). Además de ser repetida por miles de peruanos burlones, ha sido motivo de distintos programas de entretenimiento (con imitación y canción de Tongo incluida) y de múltiples imitaciones en Internet. Eso sí, cada vez que puede le manda su “chiquita” a Gise. Con ella no es clic, es auch!

6. Cheverengue, Arturo Álvarez: Esta expresión es fruto de la mejor imitación de la carrera del comediante de Arturo Álvarez: la parodia del tristemente célebre Carlos Manrique (ex presidente de CLAE , quien estafó a miles de personas con millones de dólares que se esfumaron de un día para el otro). Cada vez que el personaje ‘Carlos Manrico McPato’ salía al aire con su descarada sonrisa, decía ‘Cheverengue’ (siempre aludiendo a sus triquiñuelas para quedarse con el dinero de los más incautos). El término pasó de inmediato a la memoria popular y fue constantemente repetida. Cabe decir que no fueron precisamente ‘Cheverengues’ los años que el veterano ex financista pasó en prisión.

7. De la refurinfunflay, Timoteo: El dinosaurio más afamado de la TV peruana también dejó su marca en los niños de finales de los 90 e inicios del 2000 con su eterna frase. El cliché era usado en coro por el prematuro reptil y sus bellas compañeras Karina Rivera/María Pía Copello para realizar el conteo en cada concurso de su programa (algo así como tres, dos, uno y Parchís, pero más monsefú), así como para describir momentos de júbilo (equiparable con “mostro”, pero para los ratones). La pegada fue tal que hasta ahora no faltan gansos que digan cosas del estilo de: “la pasamos de la refurinfunflay”. Bueno, los más grandes dicen algo como “estuvo de la con”.

8. Oh, my…, Karina Calmet: La histriónica y a veces insoportable Isabella Picasso de la exitosa serie de Efraín Aguilar se encargó de acuñar esta curiosa exclamación de tía pituca, que ya es repetida por muchos. “Oh my…” sale de la boca de esta frívola mujer (muy bien interpretada por la Calmet) cuando la toman por sorpresa. Por ejemplo, el solo ver a su niña ‘Fernanda’ (Nataniel Sánchez) con el pirañita de ‘Joel’, bastaba para vociferar desde su azotea su frase favorita, para después desmayarse. Dejando la ficción de lado, ¿cómo habrá sido el “Oh, my…” de Isabella al enterarse del último ‘ampay’ de Nata?

9. Angurriento, Carlos Cacho: El maquillador más polémico de la televisión hizo famosa (y graciosa) esta palabra en la primera versión de su programa “Mil Disculpas” que conducía entonces con la argentina Laura Borlini. Siempre suelto de lengua, Cacho no se cansaba de calificar con su término preferido a cuanto figuretti se le presentaba (nunca sin ese tono desdeñoso y sarcástico que se le conoce). Para él no era resina, sino angurriento, no era un desarreglado, era angurriento; no era un desconocido, era un angurriento. A partir de él, no podemos negar que ‘angurriento’ quedó en nuestra habla in-culta. Paradójico es que, uno de los mayores usos que se le da, es para calificar al mismo maquillador que la glorificó. Se le volteó la torta.

10. Está bien vieja, Fernando Armas: Continuando con los conductores de ambiente (y para finalizar con broche de oro), es el turno del divertidísimo ‘Fulvio Carmelo’, que inmortalizó esta enfática y jocosa frase cuando anunciaba los cumpleaños en su programa humorístico 24 minutos (allá por el 2000). No era su única ocurrencia, pues ‘chisiricósoro’, ‘tiquitiquití’ y ‘ojo de loca no se equivoca’ también quedaron para el feliz recuerdo del genial personaje. En definitiva, y aunque ahora haya caído un poco, el dicho pasó a ser muy usado en el habla in-culta (ej. Cacho critica a Pablito Ruiz). Por estos días, la Fulvio ya casi ni aparece. Hay quien asegura que ‘bien vieja’.

Nota de Redacción: La segunda parte de este extenso item peruano el próximo domingo. Tranquilo, estarán los que estás reclamando.

Por Daniel Meza M.

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